Los reflectores parabólicos han sido utilizados casi desde la introducción del automóvil y han sido refinados en los Últimos 90 años. Su superficie "plateada" superreflectiva es una característica de las luces contemporáneas.
Estos reflectores tienen forma de parábola, con la fuente de luz ubicada usualmente en el punto focal del reflector. Esta combinación proyecta los rayos paralelos de uno al otro, en un patrón simétrico ofreciendo una luz más concentrada. Si la fuente de luz se mueve hacia el reflector la iluminación será esparcida, mientras que si se mueve en dirección opuesta del reflector los rayos de luz convergerán.
Los reflectores parabólicos son más eficientes en aplicaciones que la luz no deba ser "cortada" (como en la luces cortas), es mejor utilizar la totalidad del tamaño del reflector y el lente. Mientras más grande el reflector parabólico más proyección de luz y el espacio necesario para ubicarlos.
Los principios de la tecnología de iluminación DE (elipsoide de tres ejes) son similares a los utilizados en los proyectores de diapositivas. Un elipsoide como reflector dirige la luz a un lente de enfoque que une los rayos y los proyecta en la carretera. Una cubierta entre el reflector y el lente proporciona el "corte" (límite claro oscuro) de luz. Las lámparas DE son una innovación de Hella y tienen un bajo deslumbre, lo cual las convierte ideales para usarlas como luces cortas y luces para neblina. Las ventajas al compararlas con los faros parabólicos típicos son: más pequeñas, casi doble luminosidad, "corte" (límite claro oscuro) de la luz bien definido y con poca dispersión.
En 1983 Hella inicia la fabricación y venta de faros para autos en el mercado secundario y en 1986 los fabrica como equipo original (O.E. por sus siglas en inglés). Un patrón de luz favorable puede obtenerse en un faro pequeño, gracias a un lente de proyección relativamente pequeño.
La tecnología de iluminación FF (Free-Form o free-surface, en inglés) es el resultado de la superficie del reflector y la ubicación de la bombilla, optimizados por computadoras de alto rendimiento, permitiendo una gran fuente de luz. La tecnología de iluminación FF permite que la superficie del reflector sea calculada punto por punto, para iluminar algunas áreas de la carretera. Esta tecnología se puede identificar fácilmente por el lente superclaro que cubre el reflector y el bombillo.
El uso completo del reflector y el lente claro (sin patrón) ha sido posible gracias a la tecnología FF desarrollada por Hella, la cual fue utilizada, por primera vez, para producciones en serie en 1988. La técnica avanzada de calculación ha permitido alcanzar un rayo de luz favorable con solo el uso del reflector, dejando el lente/cubierta con una función de protección solamente.
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