La mayoría de vehículos están equipados con el mismo tamaño de neumáticos en las cuatro posiciones. Lo ideal sería que todos fueran del mismo tipo, diseño, con la misma profundidad de la banda de rodamiento y que contengan la presión de aire estipulada en la plaquita del vehículo (ubicada generalmente en el marco de la puerta del conductor) o el manual del propietario. Para conservar la maniobrabilidad original de su vehículo, es necesario mantener la combinación de los elementos mencionados anteriormente.
Debido a la responsabilidad que tienen los neumáticos delanteros, en cuanto a, transmitir aceleración, control de dirección y frenado en vehículos con tracción delantera, los mismos, se desgastan con más rapidez que los neumáticos traseros. Si los neumáticos no son rotados regularmente, es común que los pares delanteros se gasten más rápido. Y si los neumáticos delanteros se mantienen hasta que se desgasten completamente, los traseros, aún tendrán la mitad de la profundidad original.
La intuición sugiere colocar los neumáticos nuevos al frente, debido a que, los neumáticos delanteros se desgastan primero y los traseros aún poseen la mitad de su profundidad. Los nuevos proporcionarán más tracción y cuando se hayan desgastado, los traseros también estarán gastados. Sin embargo, en esta situación la intuición no es correcta y seguir apegada a ella puede ser peligroso.
Cuando los neumáticos son reemplazados en pares en situaciones como estas, los neumáticos nuevos deben ser instalados en la parte trasera y los traseros adelante. Esto se debe, a que los neumáticos nuevos ubicados, en el eje trasero, ayudarán al conductor a mantener más control sobre superficies mojadas, ya que, una banda de rodamiento más profunda, hace que los neumáticos sean más resistentes al deslizamiento en agua (hydroplaning).
El deslizamiento en agua ocurre cuando el neumático no puede evacuar el agua, a través de las ranuras de la banda de rodamiento y pierde contacto con la carretera. Durante lluvia moderada o abundante el agua puede empozarse en la carretera, a velocidades elevadas, esto se convierte en un reto para la habilidad del neumático de resistir el deslizamiento.
Cuando el deslizamiento en agua ocurre se combinan varios elementos como: la profundidad del agua, velocidad y peso del vehículo, tamaño y presión de aire del neumático, diseño y profundidad de la banda de rodamiento. Un vehículo liviano con neumáticos anchos, desgastados y desinflados, se deslizará en agua a velocidades bajas durante un aguacero, mientras que, un vehículo más pesado con neumáticos nuevos, angostos e inflados correctamente, mantendrá la tracción sobre una lluvia ligera.
Si los neumáticos traseros tienen significativamente mayor profundidad (tacos o bloque más grandes) que los delanteros, los segundos, empezarán a deslizarse primero que los traseros. Como resultado, el vehículo comenzará a subvirar (insuficiente viraje, el vehículo quiere moverse en línea recta). Subvirar, puede ser controlado relativamente fácil, ya que, desacelerando, el vehículo disminuirá la velocidad y facilitará al conductor mantener el control.
Si los neumáticos delanteros tienen significativamente mayor profundidad (tacos o bloques más grandes) que los neumáticos traseros, los segundos, empezarán a deslizarse primero que los delanteros. Como resultado, el vehículo comenzará a sobrevirar, lo que puede terminar en dar vueltas. Sobrevirar, es más difícil de controlar, adicionalmente a la preocupación que se siente cuando la parte posterior del vehículo comienza a resbalar, el desacelerar inmediatamente tratando de detener el vehículo, hará más difícil que el conductor retome el control y finalmente puede que el vehículo de vueltas.
Experiencia
Miembros del equipo Tire Rack pudieron experimentar este fenómeno en el campo de prueba, Laurens Proving Grounds de Michelin. Los participantes manejaron sobre curvas mojadas en vehículos con neumáticos de diferentes profundidades; un vehículo con neumáticos nuevos en la parte de atrás y desgastados hasta la mitad en la parte de adelante, y otro con neumáticos nuevos al frente y desgastados a la mitad en el eje trasero.
No tomó mucho tiempo para confirmar que el nombre (Proving Grounds) asignado a este circuito fue correcto. La habilidad para sentir y controlar un subviraje predecible con los neumáticos nuevos en la parte trasera y la impotencia en tratar de controlar el sorpresivo sobreviraje con los neumáticos nuevos en el frente, fue claramente probado.
Y a pesar que nuestros conductores tuvieron la ventaja de saber que enfrentarían retos para mantener el control del vehículo, muchos lo perdieron en la vuelta con el auto que tenía los neumáticos nuevos instalados en el frente y los gastados atrás. Michelin nos indico que casi todos los conductores perdieron control por lo menos una vez en esta prueba.
Definitivamente es mejor experimentar este fenómeno en las condiciones controladas y de seguridad ofrecidas por la pista de prueba Laurens Proving Grounds de Michelin, que en el tráfico o las rampas de los autopistas interestatales con lluvias torrenciales.
Recomendaciones
Para mejorar el desgaste del neumático, ya sea, la relación frente/trasera o de lado a lado, se deben rotar las ruedas de acuerdo a las instrucciones establecidas en el manual del propietario o las establecidas por la industria. Las pequeñas diferencias encontradas en la profundidad de la huella, luego de una rotación (intervalos de 5,000 o 7,500 millas) no afectará el balance de la tracción al evitar el deslizamiento en agua (hydroplaning) y no debe prevenir el proceso de rotación. El hecho de que existen esas diferencias, indica que la rotación de neumáticos debe ser más frecuente.
Idealmente los neumáticos deben ser reemplazados en juegos completos de cuatro, además deben ser rotados durante su ciclo de vida, para igualar el desgaste frontal-trasero y lado a lado, realizar esto mejorará la calidad del desgaste. Sin embargo si los neumáticos son reemplazados en pares, el par nuevo debe ser siempre montado en el eje trasero y los traseros gastados deben moverse hacia el eje delantero.
Mientras que la rotación insuficiente o una alineación incorrecta afecta el desgaste frontal-trasero y lado a lado, es muy importante mantener mayor profundidad de la banda de rodamiento en los neumáticos traseros, ya que, estos ayudan a resistir las condiciones que causan el sobreviraje, como sucede en carreteras mojadas. Infortunadamente, al cambiar pares en vehículos con tracción delantera se imposibilita esta rotación (nuevos en el eje trasero).
Una vez instalado un par de neumáticos, la única manera de escapar al uso de neumáticos diferentes, es comprar un juego completo (especialmente en vehículos con tracción delantera).