No importa si sucede, durante la primera milla de manejo de un neumático nuevo o luego de miles de millas, un corte o pinchazo puede causar suficiente daño, al punto que, el neumático no puede ser reparado y necesita ser reemplazado.
La primera consideración a realizar, si un neumático debe ser reparado o no, se basa en cuán rápido puede el conductor reconocer que hay un problema con el neumático y ofrecer una solución.
Los neumáticos deben tener la presión de aire correcta, para poder soportar el peso del vehículo y su carga, es por esto, que los neumáticos estándares no deben ser manejados cuando están bajos de aire o completamente desinflados (los neumáticos rueda flat ofrecen una movilidad temporal extendida, sin la necesidad de aire, aunque una vez utilizados - sin aire -, quizás podrían no ser utilizados nuevamente).
Los daños causados a un neumático, por su uso con poco o sin aire, son rasguños circunferenciales, tanto el flanco o pared interior, como en la exterior, que no pueden ser identificados solamente con una inspección exterior. Cualquier reparación que se realice, sin remover el neumático del rin o llanta, es incorrecta, ya que, la inspección interna es fundamental para entender la extensión del daño y decidir si se puede utilizar el neumático nuevamente.
A pesar de que el caucho no parece tener un daño severo, luego de manejarlo por una milla, este neumático perdió el aire completamente. La abrasión exterior confirma los rasguños circulares causados por el pavimento debido a la falta de aire, lo que permitió, que los cordones de refuerzo se doblaran por debajo del peso del vehículo.
La parte interna del mismo neumático revela que la cámara de aire esta destruída y que los cordones de refuerzo se han debilitado permanentemente. El roce constante del flanco contra si mismo, ha permitido que el caucho se separe en pequeños fragmentos. Este neumático debe ser reemplazado.
La segunda consideración al evaluar si un neumático puede ser reparado, es confirmar el tamaño, tipo y ubicación del daño.
Las pautas de la industria permiten reparar pinchazos de 1/4" de diámetro en la parte externa de la banda de rodamiento. Algunos fabricantes limitan el número de reparaciones (usualmente dos) y que tan cerca pueden estar el uno del otro (16" aparte). Reparaciones de pinchazos en los hombros o los flancos no son permitidas.
Este neumático ha sido pinchado por un tornillo con un diámetro menor de 1/4"en la parte superior de la banda de rodamiento. Por lo tanto, este, podría ser rehusado, si al desmontarlo, no se le encuentra daño interno y se repara siguiendo las indicaciones de la industria.
Este neumático fue pinchado por un clavo en el hombro cortado las correas de acero, reduciendo la fortaleza y durabilidad del neumático.
Reparaciones de pinchazos más largos, cortes largos rectos y cortes irregulares no son permitidos. Cortes largos han atravesado las correas de acero, reduciendo fortaleza y durabilidad.
A pesar de que este neumático ha estado en servicio durante 24 horas, rodó sobre algunos escombros que cortaron, en un instante, la banda de rodamiento, correas de acero y capas de la estructura. El tamaño del corte impide considerar la reparación.
La inspección interna confirma la extensión del daño. Este corte previene que las correas de acero proporcionen la fortaleza y durabilidad necesaria para seguir proporcionando una operación segura. Este neumático no puede ser reparado, por lo tanto necesita ser reemplazado.
Recibir un pinchazo es un inconveniente, pero volver a utilizar un neumático (inclusive, como de repuesto) que no ha sido reparado correctamente o que se ha debilitado permanentemente, podría tener resultados catastróficos. Si existe la duda de reemplazar o no un neumático pinchado, la mejor solución es reemplazarlo.
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