El proceso criogénico es homogéneo y se utiliza solamente una vez, pero mejora permanente y dramáticamente el rendimiento y ciclo de vida del producto. Por su eficacia, es utilizado, desde discos de frenos y motores de rendimiento, hasta herramientas y cañones de armas de fuego. Utilizando un proceso controlado por computadora, el metal es congelado lentamente a temperaturas criogénicas (-300°F, -184°C) y lentamente se regresa a la temperatura ambiental, luego, como paso final, recibe calor. La tecnología de computadora permite regular la temperatura con una exactitud de 1 grado, lo que, permite manipular exactamente el tratamiento Crio, de acuerdo a la masa del producto tratado.
A pesar que el cambio no puede ser apreciado a simple vista, el mejoramiento del metal es significante. Este proceso mejora dramáticamente la durabilidad y la resistencia al desgaste por abrasión del metal. El incremento de la fuerza de tensión, fortaleza y estabilidad, se junta a la liberación del estrés residual interno.
El proceso criogénico refina permanentemente la estructura granulosa del metal al nivel del átomo. Esto crea discos estables y mejorados metalúrgicamente, al mismo tiempo, que los hace más densos y con una estructura más pareja. Todo esto resulta en reducción de calor y desgaste, tanto del disco como la pastilla.
Discos de frenos, motores de rendimiento, transmisiones, cañón de armas de fuego, herramientas para máquinas o cortar, estabilizar metales ferrosos o no ferrosos.
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